29 de enero de 2007

Por amor al arte

Durante mis días de labor, aparece de cuando en cuando una luz en el camino que me hace recordar el valor de una pasión. Definitivamente hay gente en el mundo que se apasiona lo suficiente para vivir lo suyo tanto en lo personal como lo profesional.

Hoy encontré un par de sitios llenos de cosas interesantes y de gente interesante, que definitivamente han llevado su pasión más allá de un simple trabajo:
Usualmente marco como favoritos los sitios que me inspiran, la realidad es que pocas veces regreso a ellos, es una pena, ojalá hiciera más tiempo para hacerlo...

PD. Felicidades a la comadre Saint Anne Twiceborn por su onomástico. Nos inunda la tristeza por habernos perdido el party-ton de este año.